En el corazón del Ártico ruso, donde las temperaturas desafían cualquier forma de vida, un grupo de osos polares encontró el hogar perfecto: una antigua estación de investigación soviética abandonada desde hace tres décadas.
Las extraordinarias imágenes captadas por el fotógrafo y bloguero de viajes ruso Vadim Makhorov muestran una escena que parece sacada de una película de Hollywood o un cuento infantil.
Un oasis ártico inesperado
La isla Kolyuchin, situada en el mar de Chukchi, se convirtió en el escenario de esta fascinante toma de posesión cuando Makhorov utilizó su dron para filmar a los osos vagando dentro y fuera de los edificios dispersos de la instalación bajo el sol ártico de finales de verano. Las imágenes revelan una comunidad próspera de osos polares que han encontrado en estas estructuras soviéticas el refugio ideal contra las inclemencias del tiempo.
Un oso polar observa la estación de investigación abandonada de la era soviética en la isla Kolyuchin, en el mar de Chukchi, en el extremo noreste de Rusia, el 14 de septiembre de 2025. Foto: @makhorov/REUTERS
Los osos polares se han apoderado completamente de la estación, convirtiendo los viejos edificios en acogedores hogares, y todo indica que están prosperando en este ambiente. Uno de los osos incluso intentó atacar al dron cuando se acercó demasiado, mientras otros juguetonamente asomaban sus cabezas desde las ventanas de los edificios.
Una historia de supervivencia y adaptación
La estación meteorológica de la isla Kolyuchin fue abandonada durante el colapso de la Unión Soviética, dejando atrás una serie de estructuras que ahora sirven como refugio perfecto para estos gigantes blancos. Esta estación, donde los osos ahora se lucen, lleva -aproximadamente- tres décadas en el olvido, pero ha encontrado nuevos inquilinos que parecen apreciar tanto el confort como cualquier ser humano.
Los osos polares se apoderan de la estación de investigación abandonada de la era soviética en la isla Kolyuchin, en el mar de Chukchi, en el extremo noreste de Rusia, el 14 de septiembre de 2025, en esta imagen fija tomada de un video con dron. Foto: @makhorov/REUTERS
Las fotografías y videos capturados por Makhorov ofrecen una perspectiva única sobre cómo la naturaleza reclama los espacios abandonados por el hombre. Como pálidos fantasmas, esta manada de osos polares blancos merodea por la estación meteorológica soviética abandonada y en ruinas, creando un contraste visual impactante entre la arquitectura humana y la vida salvaje ártica.
Imágenes que conmueven al mundo
Las fotografías de este descubrimiento representan una agradable sorpresa, especialmente porque -a menudo- pueden ser vistas imágenes de osos polares en situaciones difíciles. En este caso, los animales parecen haber encontrado un paraíso inesperado en medio del inhóspito paisaje ártico.
Los osos polares se apoderan de la estación de investigación abandonada de la era soviética en la isla Kolyuchin, en el mar de Chukchi, en el extremo noreste de Rusia, el 14 de septiembre de 2025, en esta imagen fija tomada de un video con dron. Foto: @makhorov/REUTERS
El grupo de osos polares se apropió completamente de la antigua estación meteorológica, viviendo cómodamente entre las edificaciones abandonadas que aún se mantienen en pie. Las imágenes muestran escenas casi domésticas: osos asomándose por ventanas, descansando en los edificios y utilizando las estructuras como protección contra los elementos.
Un refugio natural en tiempos difíciles
Este extraordinario descubrimiento llega en un momento crucial para la conservación de los osos polares, una especie que enfrenta desafíos constantes debido al cambio climático y la reducción de su hábitat natural. Ver a estos animales no solo sobreviviendo sino aparentemente prosperando en este entorno abandonado ofrece una perspectiva única sobre su capacidad de adaptación.
La isla Kolyuchin, ubicada en una zona remota del Ártico ruso entre Rusia y Alaska, se ha convertido así en un testimonio silencioso de cómo la naturaleza encuentra maneras inesperadas de reclamar los espacios que el hombre deja atrás. Los osos polares, con su imponente presencia blanca contra el telón de fondo de las estructuras grises soviéticas, crean una imagen que habla tanto de resistencia como de esperanza.
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