«Esta situación no me da paz mental”: la dramática reacción de una testigo clave en la acusación contra la jueza Makintach

Una empleada judicial declaró este miércoles en el marco de la causa que la tiene como imputada a la jueza Julieta Makintach y precisó cómo llegó a su poder el tráiler del documental “Justicia Divina” -que derivó en la nulidad del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60)-, luego de que la magistrada denunciara que los fiscales a cargo del expediente lo habían obtenido de manera ilegal.

Los instructores judiciales de San Isidro Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo también le tomaron testimonio, por segunda vez, a Eva Pereyra, una médica esteticista que atendía a Makintach y quien afirmó que ella no violó el secreto médico, tal como había apuntado la jueza en una denuncia que presentó ante la Procuración bonaerense.

Por su parte, Marina Rodríguez es funcionaria judicial hace cuatro décadas. Actualmente se desempeña en la secretaria de la Defensoría de Juicio Correccional del Departamento Judicial de San Isidro.

El 27 de mayo se presentó de manera voluntaria ante la fiscalía que investiga el desempeño de Makintach en el juicio por la muerte del Diez y aportó un video del tráiler de lo que luego fue presentado en el debate como el documental “Justicia Divina”.

En aquella exposición, la testigo declaró que el video le llegó “por un profesional de la salud ajeno al ámbito judicial y por motivos completamente distintos a las actuaciones judiciales, el cual resultaría conocido de la Dra. Julieta Makintach”.

Makintach fue suspendida en sus funciones por un jurado de enjuiciamiento.

En el pedido de nulidad solicitado por Darío Saldaño, defensor de Makintach, ante al jurado de enjuiciamiento se indicó que la declaración de Rodríguez estuvo restringida para las partes cerca de tres meses y que en el acta de procedimiento no se especificaron datos como el número de celular de la persona que lo aportó ni las conversaciones anteriores o posteriores.

Ya en su segunda declaración, Rodríguez afirmó que concurre al mismo centro de estética al que asiste Makintach, pero que es atendida por otra médica distinta a la de la magistrada, de nombre Julia.

Según los registros en su teléfono celular, el video le llegó el 26 de mayo a las 15.58, cuando el escándalo judicial que envuelve a Makintach estaba en plena ebullición.

La testigo declaró que borró los chats con su médica, pero que el video quedó guardado en la carpeta de archivo por la configuración de su celular.

En otro tramo de la testimonial, Rodríguez señaló que habló con Pereyra, quien le reconoció que en las últimas semanas la jueza se había puesto en contacto con ella.

Describió que ella estaba “asustada” y que se sintió “amedrentada” por las preguntas de la magistrada.

La declaración de la esteticista

Pereyra es la dueña de un centro de estética en San Fernando. Este miércoles presentó una serie de conversaciones que mantuvo vía Whatsapp con Makintach el pasado 10 de septiembre, cuando la jueza le insistió para que le diga si conocía a Rodríguez, situación que la médica afirmó que le causó “taquicardia y ansiedad”.

Los fiscales de San Isidro le imputan cinco delitos a la jueza. Foto: EFE/Juan Ignacio. Roncoroni

“¿Conoces a Marina Rodríguez?, ¿Es paciente tuya?”, le preguntó Makintach a Pereyra. En ese momento, la esteticista le respondió que estaba trabajando y le dejó en claro lo que siente al quedar involucrada en un escándalo judicial: “Mi estructura mental no tolera esta exposición, me da mucha ansiedad. No quiero esto para mi vida.”

“Yo estaba de guardia, en terapia intensiva, atendiendo a chicos neonatal con ventilación en estado grave, incordio, malestar general, me cuesta salir de ahí, pero bueno expresé la necesidad de terminar la conversación”, declaró Pereyra y agregó:“Esta situación no me da paz mental a mí”.

En otro fragmento de la conversación incorporada a la causa, la esteticista echó por tierra uno de los argumentos esgrimidos por Makintach en el pedido de nulidad de su imputación ante la Procuración.

La jueza señaló que en la primera declaración testimonial de Pereyra –que estuvo restringida, como también denunció- se había violado el secreto profesional, algo que Pereyra le negó.

“Juli yo entiendo la pesadilla que estás viviendo. Pero yo no elegí ser parte de esto. No hay exposición de tu historia clínica ni datos de procedimientos en la declaración, por lo tanto no hay violación del secreto médico. Me refiero a mi declaración”, señaló la testigo.

“Yo no tengo nada que reprocharte a vos. Son ellos (por los fiscales) los que debieron hacer las cosas del modo legal, pero como son mafiosos hicieron todo de modo ilegal, coactivo y mentiroso. Llegaron a vos porque fue mi teléfono anterior que estaba ‘pinchado’. Espionaje, delito grave, y más a un juez por eso tuve que cambiar de teléfono”, le escribió la jueza, que se encuentra suspendida en su cargo por un jury.

Capturas del tráiler del documental «Justicia Divina».

Pereyra le dijo que no conoce a ninguna Marina Rodríguez, pero que en el Instagram de la estética había una seguidora con ese nombre y que quizás era paciente de su socia, como realmente ocurre.

“Por favor no te lo tomes a mal. No voy a continuar esta conversación. Estoy de guardia necesito paz mental para mis pacientes. Yo te entiendo, pero no tengo la respuesta”, le respondió antes de dar por finalizada la conversación.

A su vez, Pereyra declaró que vio en un canal de streaming la existencia de un video con el tráiler de “Justicia Divina” y que ella se lo envió a su socia y a otra amiga. “Tengo el video del tráiler del que están hablando, me quiero morir -sic-”, sostuvo.

El pedido del abogado de Dalma y Giannina

Fernando Burlando, abogado de Dalma y Giannina Maradona, solicitó la semana pasada de manera urgente la prohibición de contacto por parte de la jueza Makintach con tres testigos: dos policías y la esteticista Pereyra.

“Resulta necesario extremar las medidas de protección a fin de evitar cualquier tipo de interferencia en los testimonios o en la producción de la prueba”, afirman el abogado Burlando y su colega, Fabián Amendola.

Burlando junto a Gianinna y Dalma Maradona en el juicio por la muerte del Diez. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

Burlando también pidió que secuestre la computadora utilizada por Makintach en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Isidro, el que integraba hasta el momento de su suspensión por la Suprema Corte bonaerense.

La justicia desestimó la denuncia de Makintach

La defensa de la jueza Makintach denunció ante la Procuración bonaerense a los fiscales de San Isidro que la investigan y que le imputan los delitos de cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.

La presentación judicial fue dirigida al procurador bonaerense Julio Conte Grand y tuvo como eje “formular denuncia penal en contra de quienes resulten responsables como autores, participes o instigadores por la presunta comisión de los delitos de falsedad ideológica de instrumento público, abuso de autoridad y ocultamiento y eventual inutilización de medios de prueba, en el marco de las actuaciones labradas el día 27 de mayo de 2025 en este Departamento Judicial de San Isidro”.

Como adelantó Clarín el martes 23, la denuncia de la jueza fue remitida por la Procuración al Departamento Judicial San Isidro. La Fiscalía de Rincón de Milberg, a cargo de Sebastián Fitipaldi, recibió el escrito.

“Se trata de una defensa encubierta que no debe darse en el marco de un nuevo proceso, sino a todo evento sustanciarse en el marco del trámite del mismo”, argumentó el fiscal en su dictamen.

AA