Qué paso el día del intento de asesinato a Donald Trump en Pensilvania en 2024

El 13 de julio de 2024, el entonces precandidato a la presidencia Donald Trump concurrió a un mitin político en Butler, Pensilvania. De pronto, una pregunta inundó las redes sociales y portales de noticias: ¿Trump fue baleado?

Las primeras imágenes del mitin que estaba siendo trasmitido en directo mostraron cómo Trump, quien hablaba desde un estrado, se toma la oreja derecha y se agacha. Enseguida, algunos custodios del Servicio Secreto se arrojan sobre él para protegerlo.

Con algo de sangre en el rostro, Trump levantó el puño como señal de poderío. Una imagen que, en segundos, recorrió el mundo.

A las pocas horas, hubo mayores detalles sobre este intento de magnicidio, que provocó un muerto y dos heridos, además de cuestionamientos a las medidas de seguridad.

Ocho disparos y pánico total: Qué paso el día del intento de asesinato a Donald Trump

Las detonaciones comenzaron alrededor de las 18.08 (hora local). Al menos ocho disparos retumbaron en el aire y uno rozó la cabeza de Trump y le provocó una herida leve en la oreja derecha. Otros disparos impactaron entre los asistentes: uno murió (Corey Comperatore, de 50 años) y otros dos recibieron heridas graves.

Intento de asesinato a Donald Trump.

El tirador, identificado como Thomas Matthew Crooks, había disparado con un rifle semiautomático AR-15 desde la azotea de un edificio cercano, luego de atravesar varios techos para posicionarse a unos 120 metros del escenario.

La herida que recibió Trump fue leve pero significativa, porque un centímetro de diferencia pudo haberle costado la vida. El actual presidente fue trasladado de inmediato un hospital, donde recibió atención médica y fue dado de alta el mismo día. Al poco tiempo mostró el vendaje en la convención republicana para dejar claro que seguiría en la carrera presidencial.

Además, como recuerda un artículo de la RTVE, la televisión pública española, el propio Trump comunicaba en su red Truth Social sus primeras sensaciones tras lo sucedido.

Thomas Matthew Crooks, el hombre que atentó contra Donald Trump.

“Me dispararon con una bala que atravesó la parte superior de mi oreja derecha. Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel. Sangré mucho y me di cuenta de lo que estaba pasando”, escribió.

En un mensaje posterior, dijo no tener «miedo» y prometió sentirse fuerte y «desafiante» tras el intento de asesinato. «Gracias a todos por los pensamientos y oraciones ayer. Es como si hubiese sido Dios solo el que evitó que lo impensable pasara. No tendremos MIEDO, sino que nos mantendremos fuertes en nuestra fe y desafiantes frente al mal», aseguró.

Este episodio está considerado uno de los mayores fallos de seguridad de la historia reciente para el Servicio Secreto estadounidense. La directora de la agencia enfrentó duras críticas y renunció poco después.

El atentado a Donald Trump en Butler, Pensilvania, fue decisivo en la campaña presidencial de 2024. REUTERS/Brendan McDermid/File Photo

El presidente Joe Biden condenó enérgicamente el hecho y se comprometió a revisar los protocolos de seguridad para todos los candidatos, incluidas medidas como el uso obligatorio de barreras antibalas en los mítines políticos.

Además, se extendieron teorías conspirativas y desinformación en redes sociales, lo que aumentó el clima de polarización. Paralelamente, el Congreso abrió diversas investigaciones y hubo un llamado unánime a evitar la violencia política y reforzar el debate democrático por cauces pacíficos.

Sin embargo, durante la campaña de 2024, hubo otro incidente. En septiembre, un hombre fue arrestado por intentar otro atentado contra Trump en un club de golf en Florida. En este caso, no hubo mayores consecuencias, porque uno de los custodios advirtió, a tiempo, que un hombre portaba un arma cuando caminaba por el campo de golf. Fue arrestado.