Una empresa ferroviaria de Inglaterra, en Reino Unido, deberá pagar 1.25 millones de dólares estadounidenses por violar las leyes de salud y seguridad. La multa se produce tras la muerte de una joven pasajera que sufrió una lesión fatal al asomar la cabeza por una ventanilla.
Bethan Roper, de 28 años, murió el 1 de diciembre de 2018. La trabajadora del Consejo Galés de Refugiados y líder sindical regresaba a casa de un viaje de compras navideñas en Bath, una ciudad en el condado ceremonial de Somerset, en el sudoeste de Inglaterra.
El incidente ocurrió en una formación de Great Western Railway (GWR) cerca de Twerton, en Bath, cuando su cabeza impactó contra la rama de un árbol.
Bethan Roper murió tras en un trágico accidente: sacó su cabeza por la ventanilla del tres e impactó contra la rama de un árbol. Foto: Great Western Railway (GWR).
Según informó la BBC, la investigación forense de 2021 determinó que Bethan estaba bajo los efectos del alcohol cuando abordó el tren. La investigación señaló que la etiqueta de advertencia amarilla que decía «Precaución no asomarse por la ventana cuando el tren está en movimiento» no fue un disuasivo suficiente.
El regulador de la Oficina de Ferrocarriles y Carreteras (ORR) llevó a GWR a juicio y la empresa se declaró culpable de dos cargos de incumplimiento de la ley de salud y seguridad. Además de la multa de un millón de libras -1.25 millones de dólares estadounidenses-, se ordenó a GWR pagar 78.000 libras esterlinas (105.120 dólares estadounidenses).
Ferroviaria británica culpable tras muerte de pasajera en tren
La ORR argumentó que GWR estaba al tanto del riesgo que presentaban las ventanillas de caída. Dos meses antes de la muerte de Bethan, GWR había realizado una evaluación de riesgos donde se identificaron pasos para abordar el problema, pero estos no se habían implementado antes del accidente.
La tragedia de la Bethan se hizo eco de un incidente similar ocurrido en 2016 cerca de Balham, al sur de Londres. Tras ese incidente previo, la Rama de Investigación de Accidentes Ferroviarios (RAIB) emitió recomendaciones de seguridad en mayo de 2017.
GWR había producido una evaluación de riesgos escrita en septiembre de 2017, la cual determinó que las ventanillas de caída eran uno de los riesgos de seguridad para los pasajeros más significativos. Sin embargo, la ORR consideró que esta evaluación era insuficiente y les escribió expresando sus preocupaciones.
No obstante, la evaluación no fue revisada y las acciones que GWR había planificado para reducir el riesgo no se implementaron antes del accidente fatal de 2018.
La empresa se declaró culpable de dos cargos de incumplimiento de la ley de salud y seguridad. Foto: Great Western Railway (GWR).
Richard Hines, inspector jefe de ferrocarriles de ORR, lamentó que la muerte de Bethan fue una «tragedia prevenible» y subrayó la necesidad de que los operadores ferroviarios gestionen los riesgos de forma proactiva y actúen con rapidez ante las recomendaciones de seguridad.
GWR comunicó a BBC West que acepta la decisión del juez y que «sigue comprometida con la mejora continua de la seguridad».
Desde el fallecimiento de Bethan Roper, se implementaron medidas en toda la industria ferroviaria para prevenir que los pasajeros se asomen por este tipo de ventanillas. Los trenes con ventanillas de caída fueron retirados de servicio o equipados con controles de ingeniería para impedir que las ventanas se abran mientras el tren está en movimiento.
Mirá también
Mirá también
Condenan a tres adolescentes por matar a un anciano: lo atacaron a golpes y grabaron todo con su celular
Mirá también
Mirá también
La desesperada búsqueda de un niño desaparecido dio un giro desalentador
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO
Tags relacionados