Franco Colapinto hace lo que puede con un Alpine que no siempre tiene las mejores respuestas. En esta temporada 2025, el piloto argentino pareció sufrir por la mecánica pero también por la mala suerte, y ante esas dos variantes que quedan fuera de su dominio sólo puede hacer una cosa: demostrar que tiene condiciones para mantenerse en la elite del deporte automotor.
A las dificultades, Franco decidió enfrentarlas con muñeca, confianza y valentía, sin exteriorizar demasiado su frustración, y todo eso quedó claro en la primera vuelta de la carrera principal del GP de Singapur, donde largó 16 y unos segundos después ya se ubicaba 13ro.
Colapinto había avisado que iban a hacer una estrategia «loca» y las gomas blandas en su auto 43 rosado advertían que algo podía pasar cuando el semáforo pasara del rojo al verde. Franco movió rápido, vio un hueco a su izquierda, contra el muro, y probó por afuera, sorprendiendo al brasileño Gabriel Bortoleto, de Kick Sauber. No se conformó y siguió.
En la primera curva se puso firme en la cuerda, y así logró ganarle la posición a Lance Stroll, de Aston Martin, pero no conforme con ello se sostuvo en el tramo siguiente por afuera para llegar al frenaje mejor pisado que Yuki Tsunoda, de Red Bull,
Fue así que Franco logró pasar a tres autos en la primera vuelta, logrando la mejor escalada en relación a los 20 pilotos que arrancaron la competición en Marina Bay. Una situación que el equipo que conduce Flavio Briatore destacó rápidamente en sus redes sociales.
Por delante de Colapa, en el puesto 12, quedó Liam Lawson, de Racing Bulls y con un motor mucho más potente. Pero a veces la Fórmula 1 no es ir más rápido, sino ir mejor: el neozelandés, que comenzó el año corriendo para Red Bull y fue descendido a su equipo B, rompió su bólido dos veces en lo que va del fin de semana.
En la vuelta 14, producto de esa estrategia «loca» anticipada más temprano, Franco pasó por boxes y retrocedió algunos puestos para calzarse neumáticos medios, pero ya había aprobado con creces la primera parte de su trabajo. A la carrera le quedaban otros 48 giros y en la F1 todo puede pasar.