El Instituto del Deporte de Posadas se transformó estos días en un laboratorio de imaginación. Desde cada rincón del país, adolescentes y docentes volvieron a reunirse para compartir sus proyectos en el marco del eje Arte de la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología, que se extenderá hasta el miércoles 8 de octubre.

Después de la exitosa experiencia del eje Matemática, esta segunda etapa propone explorar el arte como territorio de investigación, reflexión y expresión, demostrando que las escuelas argentinas no solo son espacios de transmisión del conocimiento, sino también de producción cultural.

Durante las jornadas, el público puede recorrer los stands, dialogar con los equipos escolares y conocer las investigaciones que nacen en aulas de todo el país. El martes y miércoles las exposiciones estarán abiertas a la comunidad, y el cierre será el miércoles a las 18 horas en el Auditorium del Instituto Montoya.

Ciencia, luz y curiosidad: una imagen sin cámara

Entre los stands, Enzo y Guada, de la Escuela Secundaria N°10 anexo rural de Colonia La Llave, Entre Ríos, despiertan la atención de los visitantes con un experimento que parece magia. Su proyecto, Quimigrama, permite crear imágenes sin necesidad de una cámara, utilizando papel fotográfico, luz y tres químicos esenciales: revelador, baño par y fijador.

“Nos sorprendió descubrir que se podía lograr una imagen sin usar el celular”, cuenta Enzo. “La profe nos explicó la técnica y enseguida quisimos probar. Al principio las muestras eran muy chicas, pero fuimos mejorando hasta lograr las que mostramos hoy”.

A través del control de la luz -donde el único color que no revela el papel es el rojo-, aprendieron una técnica artesanal y experimental. “Es innovador para nosotros, pero a la vez antiguo -dice Guada-. Todo hoy es digital, y esto nos devolvió el encanto de crear con las manos”.

Su propuesta combina la química con la fotografía analógica y demuestra que el arte también puede nacer del laboratorio.

Guardianes del norte: arte como memoria

Desde la puna jujeña, Yamil Alejo, de 15 años, viajó junto a su equipo del Colegio Polimodal N°2 de Arapampa para presentar Samilante, guardián de la cultura A, un proyecto que rescata una tradición ancestral.

“El samilante es una persona que se viste con plumas de suri y representa a nuestros antepasados”, explica Yamil. En su exposición se pueden ver trajes confeccionados con cuero de oveja y plumas heredadas de generaciones anteriores. “El nombre viene de eso: somos guardianes de nuestra cultura”, dice con orgullo.

En su stand, la ciencia se cruza con la antropología, la historia y la identidad, convirtiendo el arte en una herramienta para preservar la memoria colectiva del norte argentino.

Leer, contar, incluir

Más al sur del país, en Chubut, Abigail Aranda y su grupo del colegio Cabo Bombero Voluntario Juan Manuel Paserini N°741 llevan adelante Contar Conmigo, un proyecto solidario que promueve la comprensión lectora y la inclusión a través del arte.

“Nos preocupó saber que uno de cada dos chicos no comprende lo que lee”, cuenta Abigail. “Decidimos actuar y crear libros gigantes, pictocuentos y materiales en Braille para que todos puedan acceder a la lectura”.

El grupo se basó en el Tratado de Marrakech, que permite reproducir obras para personas con discapacidad visual, y trabaja junto a adultos mayores en alfabetización digital. “Aprendimos Braille, hicimos talleres intergeneracionales y compartimos historias”, dice Abigail mientras muestra un libro ilustrado con acuarela y transcripto por su compañero Tiziano, quien tiene discapacidad visual.

En su propuesta, la lectura y el arte se convierten en un puente entre generaciones y territorios, demostrando que la educación inclusiva también puede ser un acto creativo.

Un encuentro federal de arte y conocimiento

La Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología es fruto del trabajo conjunto entre el Ministerio de Capital Humano de la Nación y el Gobierno de Misiones, a través del Ministerio de Educación, el PROPACYT y otras áreas provinciales.

Durante estos días, las delegaciones también participan de un recorrido cultural por la Cruz de Santa Ana y las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio, dos íconos de la identidad misionera.

De esta manera, Posadas vuelve a consolidarse como sede federal de la educación y la cultura, en un evento que integra investigación, talento y trabajo colaborativo.

En cada stand hay una historia, una comunidad y una forma de entender el conocimiento. Los jóvenes que hoy exponen en Posadas no solo muestran proyectos, sino también una convicción: que aprender puede ser un acto de creación.