La adopción del auto eléctrico está siendo más difícil de lo esperado. Según lo dispuesto por la Unión Europea, desde 2035, todos los vehículos deberán ser cero emisiones, sin motor de combustión interna. En Estados Unidos deberán representar la mitad del mercado automotriz desde 2030.
En Europa, la industria automotriz está ejerciendo presión para revisar esta normativa. Argumentan que la meta es poco realista debido a la dependencia tecnológica de China, la insuficiencia de infraestructura de recarga y los altos costos de producción. En la UE, en 2025, a diez años de la meta, solo el 15% de los autos nuevos son eléctricos.
Además, el Tribunal de Cuentas Europeo ha señalado que la transición hacia los coches eléctricos podría amenazar la soberanía industrial de Europa, ya que el 76% de las baterías se producen en China.
En Estados Unidos, el objetivo había sido establecido por el presidente Joe Biden. Sin embargo, no tiene carácter obligatorio y depende de la colaboración de los fabricantes y del gobierno. Actualmente, los vehículos eléctricos representan aproximadamente el 8% de las ventas de autos nuevos en el país.
Línea de montaje de SUV de la planta de General Motors en Arlington, Texas.
En este contexto las inversiones continúan, con miles de millones de euros o dólares en innovación y desarrollo. De esta manera, General Motors, una de las mayores automotrices del mundo, reveló su nuevo estándar para las baterías de sus grandes SUV y pick-ups eléctricos: el LMR (Lithium Manganese Rich, baterías de litio ricas en manganeso), producidas con el gigante tecnológico coreano LG.
General Motors ha ganado impulso desde su reestructuración en 2009, cuando se quedó solo con las marcas Buick, Chevrolet y Cadillac y tuvo que recluirse en el mercado norteamericano para sobrevivir.
La colaboración entre GM y LG comenzó en 2020 y según la automotriz el resultado es una batería que “tiene un 33% más de densidad energética en comparación con las mejores celdas basadas en fosfato de hierro y litio (LFP) y a un costo razonable”.
Esto permitirá ofrecer más de 400 millas (644 km) de autonomía en un vehículo eléctrico grande, con ahorros importantes en el costo del paquete de baterías.
El cambio en la química de las baterías LMR es clave en su abaratamiento, ya que utilizan una proporción mayor de manganeso (más barato y abundante), reduciendo el empleo de níquel y cobalto (más caros y difíciles de extraer). InsideEVs aporta otro dato clave, ya que la cadena de suministro “puede desvincularse de China, refinarse y procesarse en Estados Unidos”.
En todo caso no será algo inmediato, ya que las baterías no comenzarán a producirse hasta 2027 y se empezarán a instalar en las grandes camionetas y SUV a partir de 2028.
Pero está claro que LG y General Motors ya han abierto la veda de las baterías LMR y seguro que veremos más anuncios similares de otros fabricantes en los próximos meses y años. Como decíamos al principio, las inversiones del coche eléctrico no paran de multiplicarse.
En síntesis, dijo Barra, “la nueva química rica en litio y manganeso o LMR que estamos desarrollando con LG será un punto de inflexión debido a su equilibrio único entre densidad energética, capacidad de carga y rentabilidad”.