Woody Allen rompió el silencio tras la muerte de Diane Keaton, la actriz que marcó su vida personal y artística. La noticia del fallecimiento de la intérprete de 79 años, ocurrido el pasado sábado, generó una oleada de homenajes, pero las palabras del cineasta se destacaron por su tono íntimo y profundamente nostálgico.
En un texto publicado por The Free Press, Allen recordó cómo conoció a Keaton durante los ensayos de la obra Play It Again, Sam, cuando ambos apenas se animaban a hablarse. El director describió a la actriz como “encantadora, hermosa y mágica”, y reconoció que su presencia influyó directamente en su obra.
Woody Allen recordó su historia con Diane Keaton y el vínculo que los unió por décadas
En su texto para The Free Press, Woody Allen recordó el momento exacto en que comenzó su conexión con Diane Keaton. “Ella era tímida, yo era tímido, y cuando dos personas tímidas se juntan, las cosas pueden ponerse bastante aburridas”, escribió sobre los primeros días de ensayo en Play It Again, Sam.
Según el cineasta de 89 años, todo cambió cuando coincidieron en un descanso y compartieron una comida en un local de la Octava Avenida, en Nueva York. “Ella era tan encantadora, tan hermosa, tan mágica, que pensé: ‘¿Es posible enamorarse tan rápido?’”.
Woody Allen publicó en The Free Press un emotivo texto en el que recordó su relación personal y profesional con Diane Keaton, fallecida a los 79 años. Foto Beiitia Archives
El director destacó que Keaton se convirtió en su mayor referente artístico. “Es gramaticalmente incorrecto decir ‘la más singular’, pero todas las reglas quedan suspendidas cuando se habla de Diane Keaton”, expresó Allen, quien recordó que ella fue la primera en ver su película Toma el dinero y corre y la calificó de “bastante graciosa y original”. Desde entonces, afirmó, solo confiaba en su criterio: “Nunca leí ni una sola crítica de mi trabajo y solo me importaba lo que ella tuviera que decir al respecto. Si a ella le gustaba, consideraba que la película era un éxito artístico”.
La conexión entre ambos se trasladó al cine en títulos como El dormilón (1973), La última noche de Boris Grushenko (1975), Manhattan (1980) y Días de radio (1987). Sin embargo, Annie Hall (1977) fue el proyecto que consolidó su vínculo profesional y su química en la gran pantalla. Keaton interpretó un papel inspirado en ella misma y obtuvo el Óscar a la mejor actriz protagonista, además de transformar la carrera de Allen y redefinir el género de la comedia romántica.
Woody Allen y Diane Keaton compartieron una de las duplas más icónicas del cine estadounidense.(AP Photo/Gregorio Borgia, File)
«Es un mundo más triste», la dedicatoria de Allen a Diane Keaton
El cineasta neoyorquino también recordó los años compartidos fuera del set. “Pasamos unos años maravillosos juntos y finalmente ambos seguimos adelante”, escribió con melancolía, y añadió: “Solo Dios y Freud podrían averiguar por qué nos separamos”.
En su homenaje, Allen describió a Keaton como “encantadora, mágica y singular”, recordando que su risa “sigue resonando en su cabeza”. EFE/EPA/ETTORE FERRARI
Allen evocó además una broma recurrente entre ellos: “Acabaríamos como Norma Desmond y Erich von Stroheim: ella como la actriz y yo como su chofer, que antes era su director”, un lindo guiño al clásico de los años cincuenta Sunset Boulevard, una comedia negra que narra el ocaso de Desmond (interpretada por Gloria Swanson), que estuvo dirigida por von Stroheim. A través de ese recuerdo, Allen mostró que la complicidad entre ambos artistas seguía intacta, incluso cuando se distanciaron en los últimos años.
“Hace unos días, el mundo era un lugar en el que estaba Diane Keaton. Ahora es un mundo en el que ya no está. Por lo tanto, es un mundo más triste. Aun así, quedan sus películas —escribe Allen—. Y su gran risa sigue resonando en mi cabeza”.