La Policía de Entre Ríos halló un cadáver cerca del balneario Los Pinos, en Puerto Yeruá, departamento Concordia. Investigan si se trata del remisero Martín Palacio, que desapareció el martes pasado, cuando salió desde Concordia con Pablo Laurta, el uruguayo acusado del doble femicidio de Córdoba.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes de la investigación de la desaparición de Palacio, ocurrida el 7 de este mes, tres días después de la llegada de Laurta a la Argentina y cuatro días antes del doble crimen. “El cuerpo fue encontrado durante un rastrillaje”, agregaron los voceros consultados.
“Estaba desmembrado: le faltaban la cabeza y los brazos; noventa y nueve por ciento que se trata de Palacio”, dijo a LA NACION una calificada fuente de la pesquisa que estuvo en la escena del hallazgo del cadáver. Al cierre de esta edición, los peritos se centraban, para la identificación, en una porción de tatuaje en un hombro. Entre las señas destacadas del remisero estaban, precisamente, un tatuaje de tipo tribal en el bíceps derecho y otro que le cubría por completo el brazo izquierdo.
El ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, y el jefe de la policía provincial, comisario general Claudio González, viajaron hacia el lugar del hallazgo del cadáver en helicóptero.
El teléfono celular de Palacio, de 49 años, se activó por última vez hace una semana en Federación, Entre Ríos. Esa tarde, minutos antes de las 20, se había encontrado en la terminal de ómnibus de Concordia con Laurta, quien lo había contratado para un viaje.
Dos días después, el auto de Palacio, un Toyota Corolla blanco, apareció incendiado cerca del camino de las Altas Cumbres, en Córdoba. En esa provincia, precisamente, se cometió el doble femicidio por el cual Laurta fue detenido el domingo al mediodía en un hotel de Gualeguaychú, donde estaba con su hijo Pedro –que hoy cumple seis años–, al cual se llevó después de matar a Luna y a la madre.
El encuentro entre Palacio y Laurta fue registrado por una cámara de seguridad de la terminal de ómnibus de Concordia. Está claro que se conocían: la filmación muestra cómo se saludaron de manera afectuosa, con un beso. El remisero esperaba a su pasajero con el baúl abierto para guardar el equipaje.
Fuentes de la investigación explicaron que el remisero había recibido una llamada de Laurta en la que le pidió que lo fuera a buscar a Concordia y lo llevara a Córdoba, viaje por el que le iba a pagar $1.500.000. Palacio viajó desde Buenos Aires, según surge de la denuncia de desaparición hecha por sus familiares.
Aún no hay certezas respecto del trayecto que emprendieron Palacio y Laurta. Dado que se estableció que el Toyota cruzó el río Paraná a través del puente de Victoria-Rosario, está claro que desde Concordia se dirigieron hacia el sur. Puerto Yeruá es uno de los primeros pueblos en ese derrotero.
En caso de que se robustezca esta hipótesis, Laurta deberá enfrentar cargos en Córdoba por el doble femicidio –el primero de los crímenes descubierto– y por el homicidio de Palacio en Entre Ríos, en caso de que se confirme, por vías periciales y reconocimiento directo de familiares, que el cadáver mutilado y desechado en una zona montuosa del este entrerriano es suyo.
Laurta fue detenido ayer en el hotel Berlín, de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú. Se sospecha que planeaba viajar a Uruguay, su país natal.
De acuerdo con las primeras versiones de la investigación, Laurta habría disparado contra ambas mujeres y luego huyó con su hijo en una camioneta. Ante la incertidumbre sobre el paradero del niño, las autoridades activaron la Alerta Sofía, un protocolo que implica la difusión masiva del caso a través de medios, redes sociales, telefonía celular y dispositivos de las fuerzas federales.
Según explicaron fuentes policiales, los cuerpos de las víctimas presentaban heridas de arma de fuego. El hecho se conoció tras una llamada de un vecino al número de emergencias 911, quien alertó sobre “detonaciones” en la vivienda.
Laurta tenía denuncias previas por violencia de género. Según reconstruyeron los investigadores, la familia había vivido en Uruguay hasta que Giardina, estudiante de Agronomía, escapó a la Argentina con su pequeño hijo porque su esposo habría intentado ahorcarla en 2023. La mujer contaba con un botón antipánico, pero no llegó a activarlo en el momento de la agresión.