Octubre es sinónimo de conciencia, prevención y compromiso con la salud femenina. En este contexto, la doctora Alejandra Méndez, especialista en diagnóstico por imágenes, dialogó con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7 sobre la relevancia de los controles mamarios regulares, recordando que el cáncer de mama, detectado a tiempo, tiene altas probabilidades de curación.
“Este mes es muy fuerte para nosotras, las mujeres, y creo que el mundo entero trabaja para advertir la importancia de no darle la espalda a nuestro compromiso con la salud”, expresó Méndez, haciendo hincapié en que muchas veces las mujeres priorizan otras responsabilidades y postergan sus propios chequeos. “Somos multitareas —trabajo, casa, hijos— y solemos dejar para lo último la atención personal. Este mes nos invita a priorizarnos y organizarnos, a incluir en nuestra agenda los controles ginecológicos anuales”, enfatizó.
La profesional explicó que la mamografía y la ecografía mamaria son los métodos más eficaces para la detección precoz del cáncer de mama. “Cuando buscamos activamente en pacientes sanas, encontramos lesiones mínimas que se pueden tratar sin afectar la calidad de vida. Una paciente diagnosticada a tiempo puede retomar su rutina en pocas semanas”, aseguró.
Según las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Mastología, las mujeres deben realizarse una mamografía anual a partir de los 40 años, y una de base a los 35, para establecer el tipo de mama y su riesgo. “Si hay antecedentes directos, se comienza 10 años antes. Y si una paciente joven presenta un nódulo o alguna alteración, no hay que subestimarlo; se evalúa con estudios complementarios. La clave está en actuar sin miedo, pero con responsabilidad”, explicó Méndez.
La médica también advirtió sobre un aumento del cáncer de mama en mujeres jóvenes, fenómeno que atribuye a diversos factores: “Se estima un incremento del 2% en los últimos años en pacientes menores de la edad de riesgo. Esto puede deberse tanto a mejores controles como a cambios en los hábitos de vida: sedentarismo, estrés, obesidad y mala alimentación”, detalló.
En cuanto al trabajo con las pacientes, Méndez destacó la importancia del acompañamiento emocional y el trabajo en equipo: “Cada mujer que recibe un diagnóstico necesita una red: cirujanos, oncólogos, psicólogos, y sobre todo, contención. Nuestro rol no termina con el diagnóstico, sino que continúa en el acompañamiento y en la recuperación”, subrayó.
Para finalizar, la especialista dejó un mensaje contundente:
“He visto mucho miedo en los consultorios: miedo a los rayos, miedo al diagnóstico, miedo a lo desconocido. Pero debemos perder el miedo y entender que la salud es una responsabilidad individual. Vengan a sus controles, háganlo con amigas, conviértanlo en un hábito. La medicina cambió: hoy es preventiva. No esperemos a sentir algo para ir al médico”.