Misiones
La cocaína encabezó las atenciones registradas en el Centro Provincial de Adicciones
El consumo de drogas legales e ilegales continúa siendo una de las principales problemáticas sanitarias en Misiones. Las adicciones afectan a distintos grupos etarios y registran un aumento sostenido de consultas, especialmente entre jóvenes, lo que exige un trabajo sanitario interdisciplinario y sostenido.
En este sentido, el Centro Provincial de Prevención y Asistencia Integral para el Control de las Adicciones presentó algunos datos registrados en los meses de este año. En total se contabilizaron 6.745 atenciones ambulatorias, 131 internaciones y 520 ingresos por emergencia, siendo la cocaína una de las principales causas de atención.
A su vez, el informe describe que la demanda espontánea constituye la primera vía de ingreso de los usuarios. Se trata de consultas no programadas que se atienden sin turno previo de lunes a viernes entre las 8 y las 19. Un equipo interdisciplinario integrado por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y médicos clínicos aborda cada situación, evalúa el nivel de urgencia y deriva al área correspondiente. En los casos considerados de riesgo, la atención se canaliza hacia el servicio de emergencia, mientras que los de riesgo bajo reciben turnos dentro del circuito ambulatorio.
En cuanto a la asignación de turnos, el documento señala que el área de mesa de entrada cumple un rol central, ya que no solo gestiona la recepción de los pacientes sino que también brinda contención inicial y recopila datos para la elaboración de las estadísticas. La atención se ofrece a partir de los 15 años, y en esos casos se requiere la presencia de un tutor. El servicio funciona de lunes a viernes de 7 a 20 y los fines de semana de 8 a 18.
El texto detalla que allí se realiza el ingreso y la readmisión de los usuarios, el registro de prestaciones y la coordinación con los equipos clínicos. También en ese espacio se aplica el sistema de triage, que permite priorizar la atención según el nivel de urgencia.
Según el informe, la dotación de profesionales está compuesta por 25 agentes, con una fuerte presencia del área psicológica, que representa el 40% del total. El equipo se completa con médicos clínicos, trabajadores sociales, psiquiatras, nutricionistas, odontólogos, un terapeuta y una psicopedagoga, además del área jurídica.
Respecto al análisis mensual de turnos, entre mayo y agosto se abordaron 6.745 situaciones. En mayo se registró el mayor número de consultas, con 1.604 atenciones; en junio hubo una baja a 1.456, pero en julio y agosto se observó un repunte con 1.825 y 1.860 respectivamente.
En relación con el sexo de los usuarios, durante el período analizado el porcentaje de varones fue superior al de mujeres, oscilando entre un mínimo de 58,93% en mayo y un máximo de 63,42% en junio. La presencia femenina, por su parte, se mantuvo entre el 36,58% y el 41,07%, con su valor más alto en mayo. Esta distribución evidencia una mayor demanda de atención por parte de varones, aunque las mujeres mantienen una participación significativa y estable a lo largo de los meses.
Por otra parte, los turnos otorgados según el tipo de consumo muestran que la cocaína es la principal sustancia asociada a la demanda, con 117 casos (33%), lo que representa el foco más relevante del consumo problemático. Le siguen el alcohol (90 casos, 26%) y la marihuana (61 casos, 18%), ambas sustancias de amplia disponibilidad y aceptación social, pero con impacto significativo en la salud y en la vida cotidiana de las personas. El tabaco aparece con 54 casos (15%), mostrando que, aunque es una sustancia legal, mantiene un peso importante entre los motivos de consulta.
Internación
En el área de internación, los datos del documento elaborado por la Secretaría de Prevención de Adicciones, abarcan el período de enero a agosto. Se contabilizaron 131 ingresos, de los cuales el 85% fueron voluntarios. El informe precisa que el 84% de las internaciones correspondió a pacientes masculinos y el 16% a femeninos. Más del 60% de las personas internadas tiene menos de 30 años, con predominio de los grupos 20 a 24 años (26%), 25 a 29 años (20%) y 15 a 19 años (17%).
De igual forma, el documento detalla además que el 35% de los pacientes permaneció internado hasta 9 días, el 23% entre 10 y 19 días y el 33% hasta 29 días. En todos los casos, las internaciones breves permitieron la estabilización clínica y la planificación del tratamiento ambulatorio posterior. En cuanto al tipo de consumo dentro del área de internación, se indica que “la cocaína aparece como la sustancia más prevalente, presente en la mayoría de los registros, lo que sugiere una fuerte incidencia del consumo problemático de estimulantes en la región. Le siguen la marihuana y el alcohol, que si bien son de uso extendido, también generan cuadros clínicos que requieren internación, especialmente cuando se combinan con otras sustancias”.
A su vez, el Servicio de Farmacia cumplió un papel clave en el acompañamiento médico. En ocho meses atendió 5.174 personas y entregó 6.747 recetas. Los medicamentos más utilizados fueron divalproato de sodio, sertralina, levomepromazina, diazepam, quetiapina, risperidona, olanzapina, pregabalina y gabapentin. El documento aclara que “los antipsicóticos representan el 48% de las prescripciones, seguidos por benzodiacepinas, estabilizadores del ánimo y antidepresivos”.
“Vamos a redoblar los esfuerzos en la prevención”
El abordaje de las adicciones demanda sostener políticas de prevención, fortalecer los equipos locales y descentralizar los servicios para acercar la atención a las comunidades. En los últimos años, se consolidó una red provincial con espacios públicos y conveniados que combinan asistencia, contención y sensibilización frente al consumo de sustancias.
En este sentido, el secretario de Prevención de Adicciones y Control de Drogas, Roberto Padilla, destacó la importancia del trabajo conjunto y la organización interna de los equipos para garantizar respuestas rápidas y humanas.
Por otra parte, remarcó la necesidad de continuar ampliando los espacios de atención en los municipios para que las personas no deban trasladarse largas distancias al momento de pedir ayuda. El desafío sigue siendo descentralizar y fortalecer la cercanía en todo el territorio.
“Venimos trabajando en varias líneas para ampliar el trabajo en los municipios junto al ministro de Salud Pública, los intendentes y los equipos que se fueron formando en estos años. Ya hay espacios consolidados como el Oasis de la Misericordia en Oberá, la Fundación Reto a la Vida, el Refugio de Apóstoles, el DTC de Eldorado y los centros de día de Alem, Montecarlo y Puerto Esperanza”, afirmó Padilla.
Asimismo, indicó que la prevención y la sensibilización social son ejes centrales de la política pública. En sintonía, mencionó que el fortalecimiento de los factores de protección y la participación familiar son claves en los procesos de recuperación. “Hay que seguir trabajando en los factores de protección y en un aspecto que para nosotros es esencial, que es la familia. Su rol es insustituible y vital para acompañar en todas las etapas”.
Además, analizó el impacto de las campañas de sensibilización que promueven la búsqueda de ayuda. Según explicó, el aumento de internaciones voluntarias demuestra que cada vez más personas se acercan por decisión propia. “Que el 85% de las internaciones sean voluntarias refleja el resultado de un trabajo sostenido en el territorio y la toma de conciencia sobre la importancia de pedir ayuda”, señaló.
Por último, describió cómo se desarrolla el abordaje interdisciplinario previo al inicio del tratamiento. Esta evaluación permite planificar la medicación, la terapia y el acompañamiento integral de cada paciente. “Antes de iniciar un tratamiento, la persona es evaluada por un equipo interdisciplinario que define las líneas de trabajo y determina si necesita medicación. El acompañamiento psicoterapéutico y las herramientas del equipo son claves para permitir una recuperación sostenida”.
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