El bicarbonato de sodio y la manzanilla son ingredientes habituales en el hogar. Combinados, pueden aportar beneficios significativos para la salud y el bienestar general.
Mientras que el bicarbonato es conocido por su capacidad de neutralizar ácidos, la manzanilla se destaca por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias.
Una infusión casera potencia sus efectos, especialmente en el alivio de malestares digestivos leves como la acidez o los gases.
Fácil de preparar, esta mezcla también ha sido explorada en usos tópicos y en el alivio de molestias musculares menores.
Para qué sirve la mezcla de bicarbonato y manzanilla
Una infusión de bicarbonato y manzanilla es una alternativa natural para malestares digestivos leves, indica un artículo del periódico El Tiempo de Colombia.
La manzanilla (Matricaria chamomilla) tiene propiedades digestivas y sedantes. Foto: ilustración Shutterstock.
El efecto más conocido de la mezcla es el alivio de la acidez estomacal. El bicarbonato actúa neutralizando el exceso de ácido gástrico, reduciendo la sensación de ardor y malestar, explican los especialistas.
«Esta combinación, además, sugiere beneficios adicionales como la relajación digestiva y un efecto suavemente desinflamatorio«, advierten.
Usada con moderación y de manera responsable, puede ser un buen complemento dentro de los cuidados caseros, siempre con la precaución de no reemplazar la atención médica cuando los síntomas persisten.
Al mismo tiempo, la manzanilla ayuda a relajar los músculos del tracto digestivo, lo que favorece una digestión más cómoda y calma los espasmos.
Otra ventaja es la reducción de gases y la sensación de hinchazón. Consumir una taza de esta preparación después de una comida pesada puede resultar útil para quienes suelen experimentar digestiones lentas o pesadas.
Una infusión de manzanilla y bicarbonato favorece una buena digestión.
Aplicaciones y usos de bicarbonato y manzanilla
Más allá de lo digestivo, la mezcla de manzanilla y bicarbonato también se aplica en forma de compresas tibias. En estos casos, se aprovechan las propiedades calmantes de la manzanilla junto con la acción ligeramente alcalina del bicarbonato, lo que alivia tensiones musculares o molestias en las articulaciones.
Algunas personas la emplean como enjuague o limpieza suave para el rostro. El bicarbonato actúa como exfoliante natural, mientras que la manzanilla calma irritaciones menores.
Sin embargo, recomiendan probar primero en una pequeña zona, ya que ambas sustancias pueden provocar reacciones adversas en pieles sensibles.
Infusión de manzanilla y bicarbonato
La manzanilla y el bicarbonato reducen el dolor y acidez estomacales.
La preparación es rápida y sencilla:
- Hervir una taza de agua (aproximadamente 250 ml).
- Agregar una cucharada de flores secas de manzanilla o una bolsita de infusión.
- Dejar reposar durante 5 minutos (colar en caso de usar flores secas).
- Incorporar 1/4 de cucharadita de bicarbonato, mezclando bien hasta disolver.
- Consumir tibia, preferiblemente en ayunas.
Lo ideal es limitar el consumo a una taza ocasional, ya que en exceso puede alterar el equilibrio ácido-base del organismo
También se deben tener en cuenta posibles contraindicaciones. El bicarbonato puede interferir con algunos medicamentos y la manzanilla puede generar reacciones alérgicas en personas sensibles a ciertas plantas.
Por todo esto, no se aconseja su uso frecuente sin supervisión, y menos aún como sustituto de un tratamiento médico en casos de reflujo crónico o trastornos digestivos más serios.
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