Ron DeSantis es bien conocido como el gobernador conservador que rige el destino de Florida desde 2019. Apadrinado por Donald Trump, ganó las elecciones de 2018, fue reelecto en 2022 y algunos analistas lo ven como posible candidato a la presidencia en 2028.
Nació en Jacksonville, Florida, en 1978, hijo de Ronald DeSantis y de Karen Rogers, ambos inmigrantes que habían llegado a Estados Unidos desde el sur de Italia.
La familia se mudó, en 1984, a la ciudad de Dunedin, en la bahía de Tampa, donde Ron se graduó en la escuela secundaria local. Después estudió historia en la universidad de Yale y derecho en Harvard.
Tras ejercer como abogado en la Marina, en 2012 ganó un escaño en la Cámara de Representantes y luego participó en la campaña por el Senado, en 2016.
¿Cómo fue la carrera de Ron DeSantis como congresista?
Cuando Marco Rubio anunció que buscaría su reelección en el Senado, DeSantis desistió de esa competición electoral y volvió a postularse como representante, siendo reelecto en 2016.
Como congresista, atrajo la atención de los medios en 2017 por sus críticas a la investigación del asesor especial Robert Mueller sobre su presunta participación en la interferencia rusa en la campaña presidencial de 2016.
Como congresista, atrajo la atención de los medios en 2017 por sus críticas a la investigación del asesor especial Robert Mueller. Foto: New York Times.
DeSantis apoyó distintas medidas para limitar y hasta detener la financiación de esta investigación, a la que consideró “amorfa”, “vaga” y sin foco claro.
En este sentido, en 2017, presentó una enmienda destinada a recortar la financiación del trabajo de Mueller al cabo de seis meses y a impedir que se investiguen asuntos ocurridos antes de junio de 2015, cuando Trump lanzó oficialmente su campaña presidencial.
Además, DeSantis fue uno de los legisladores que pidió explicaciones a Mueller, cuestionando la independencia y el alcance de la investigación. De esta manera se sumaba a un grupo de republicanos que buscaba cerrar o limitar el trabajo del fiscal especial, en un contexto de fuerte división política en Estados Unidos alrededor del impacto que la investigación tendría sobre el presidente Trump y su círculo cercano, según recuerda La Voz de América.
DeSantis calificó la investigación como una distracción y una posible cacería de brujas, defendiendo la inocencia de Trump. Según la CNN, “esta posición contribuyó a consolidar su imagen como aliado cercano del presidente y representante de la línea dura conservadora dentro del Congreso estadounidense en esos años”.
A pesar de los esfuerzos de DeSantis y de otros legisladores republicanos Mueller concluyó sus investigaciones en marzo de 2019. El informe final, que consta de más de 400 páginas, determinó que no existió colusión comprobada entre la campaña presidencial de Trump y el gobierno ruso en las elecciones de 2016.
Sin embargo, tal como aclara la BBC, el documento no exoneró completamente a Trump en el tema de posible obstrucción a la justicia, dejando espacio para que otras instituciones, como el Congreso, continúen con investigaciones relacionadas.
El informe destacó que la interferencia rusa en las elecciones fue “sistemática y de gran alcance” y documentó múltiples momentos en los que Trump pudo haber intentado detener la investigación. No obstante, Mueller aclaró que las directrices del Departamento de Justicia impedían acusar formalmente a un presidente en funciones, lo que limitó su alcance en ese sentido.





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