Oriundo de Tobuna, San Pedro, Braxton Amoretti (22) forma parte de esta tradicional travesía de la Fragata Libertad que forma parte del plan de estudios de los futuros oficiales de la Armada Argentina. Para su familia, sus conterráneos y los sampedrinos es un inmenso orgullo ser representados por este joven, único misionero en formar parte de la tripulación, que es ejemplo de superación, dedicación y amor por la escuela militar. 

Braxton, guardia Marina en comisión está a bordo de la Fragata Libertad en su viaje  Nº 53 de Instrucción, que zarpo el pasado sábado 7 de junio desde el Apostadero Naval Buenos Aires y retorna aproximadamente el 23 de noviembre. 

En esta oportunidad recorrerá más de 21.000 millas navales y visitará diez puertos internacionales pasando por ciudades como Recife (Brasil), Ferrol (España), Kristiansand (Noruega), Hamburgo (Alemania), Ámsterdam (Países Bajos), Lisboa (Portugal), Puerto Limón (Costa Rica), Baltimore (Estados Unidos), Santo Domingo (República Dominicana) y Fortaleza (Brasil).   

El sampedrino, navegará por segunda vez con la Fragata Libertad durante unos 169 días que consiste en la parte práctica para recibirse de Guardia Marina lo que representa una experiencia única tanto por los conocimientos en sí que recibe durante la navegación como por la posibilidad de recorrer tantos países, conocer y llevar la cultura argentina a otros puntos del mundo. 

«Ellos representan a nuestro país, por tal motivo estamos muy emocionados y orgullosos de tener un hijo como él que se siente muy orgulloso de ser misionero», tal como contaron a El Territorio con enorme emoción Eduardo  Amoretti y Liz González, padres de Braxton Amoretti. 

El guardiamarina, se crío en Tobuna, distante de San Pedro por unos 33 kilómetros, curso la primaria en la escuela de jornada completa 613 y desde muy pequeño le apasionan las fuerzas armadas «Miraba películas, leía libros sobre las fuerzas armadas» contó su padre sobre una inclinación que se hacía más fuerte con el pasar de los años, tanto que la secundaria la cursó en la escuela Normal Militar, Almirante Storni de Posadas.

«Se recibió con honores, fue abanderado de dicha institución. El amor que siente por esa institución es único, ahí aprendió todo lo que es la parte militar que siempre le gusto y llevó con la frente en alto» destacó su padre sobre el primer eslabón para llegar donde se encuentra hoy. 

Estos logros son posibles también gracias al acompañamiento de su familia, de incontables viajes a Posadas, cuando aún un tramo de la ruta 14 era terrada para que pudiera culminar el secundario. Tanto esfuerzo, hoy tiene su recompensa.  

«Fue bastante difícil para nosotros acompañarlo en lo que él quería, ir todos los fines de semana a Posadas, no teníamos asfalto en esta zona de 14, fue mucho el esfuerzo, hasta hemos chocado en medio de tanto barro, un camino arduo» recordó la familia al tiempo que reconoció «A él le gusta, le apasiona y nuestro deber como padres es acompañarle y dejar que llegue a sus metas. Verlo cumpliendo sus sueños es muy gratificante». 

Luego ingresó a la escuela Naval Militar y ahora tras cinco años de compromiso, responsabilidad, esfuerzo y una pasión admirable, está culminando la etapa de Instrucción. » A pesar que se está recibiendo como Oficial de la Armada él está empezando recién ahora su carrera militar, es otra etapa el trabajo que tiene que realizar como oficial de la armada» explicó Eduardo.

A la fecha, el sampedrino está a bordo de la fragata ARA “Libertad” que cuenta con 270 tripulantes a bordo, entre ellos 27 oficiales, 51 Guardiamarinas en Comisión y 192 suboficiales y cabos. También integran la dotación invitados de otras Fuerzas Armadas y de Seguridad, de institutos de formación, y de países con los cuales Argentina mantiene vínculos históricos y de cooperación. 

En las charlas entre padre e hijo, siempre dejaron en claro que «No importa de dónde venimos sino hacía donde queremos llegar, todo es posible solo se necesita conducta, constancia y amor por lo que queremos lograr» valoró Amoretti. 

Con voz entre cortada agregó «Deseamos a nuestro hijo lo mejor, buenos vientos, que nuestra señora Estela Mari lo guie. Estamos muy orgullosos de ser representados por un misionero, por un sampedrino, realmente hoy en día le prestamos atención   a otras cosas y no a estos logros que como personas somos capaces de alcanzar». 

Este es el segundo viaje que realiza con la Fragata, anteriormente hace cuatro años integró una comisión que zarpó hacía Brasil y Uruguay, en el 2023 hizo la campaña de verano en el Rompe Hielos Almirante Irízar, estuvo dos meses en la Antártica y ha participado en varias regatas.

Es importante destacar que la oportunidad de Braxón es mérito de su esfuerzo, ya que a esta fuerza elite del país se inscriben para el ingreso cerca de 300 aspirantes, de ellos unos 200 ingresan y se reciben solamente 51 como en esta, la promoción 154° del Escalafón Comando Naval.